«En la mayoría de los países, existe la costumbre de cada fin de año hacer la evaluación del año que nos deja, y salvo que hayas tenido algún acontecimiento importante que consideremos muy positivo en nuestra vida (un trabajo nuevo, un nuevo amor, nuestra boda, el nacimiento de un hijo, nuestros primeros ingresos…) habitualmente nos quedamos con la sensación de: otro año sin conseguir nada”.
Ésta es la conclusión a la que llegaron varios estudios realizados sobre si sentíamos que nuestro año había sido un “Buen Año”.
Así que en este artículo vamos a hacer unas cuantas reflexiones al respecto:
Cada año consigues cosas
¿Un año doloroso?
Por muy negativo que consideres que ha sido tu año, tendrás que reconocer que cada año has conseguido cosas. Quizá tú no las consideres importantes y por eso no las valores, pero tener en cuenta nuestros pequeños logros tiene más importancia de lo que creemos. De hecho, cuando nos enfocamos más en nuestros logros que en nuestros desaciertos, estamos más predispuestos a conseguir más rápidamente nuestros objetivos.
Es lógico que, si te han dejado, ha fallecido algún ser querido, te han echado del trabajo, etc., te puedas sentir triste, decepcionado/a o en algunos casos hasta fracasado/a, pero, aunque entendemos que puedas sentirte así, la realidad es muy distinta.
Cuando pasamos por un trauma tan fuerte como un duelo (y entendemos por duelo cualquier pérdida que para nosotros sea relevante), tenemos la oportunidad de desarrollar y fortalecer nuestra resiliencia. Esto además de darnos un mayor autoconocimiento, nos ayudará a empatizar más con nuestro entorno y a desarrollar capacidades como la autosuperación. Así que, aquellos que hemos pasamos por un fuerte golpe, al cabo de un tiempo, en lugar de pensar en lo que se ha perdido habría que intentar centrarse en lo que hemos aprendido y lo que se ha crecido a nivel personal.
Obviamente no será lo mismo trascender una relación de unos meses que la pérdida de un ser querido, pero lo que está claro es que si tu año pasó por un acontecimiento muy doloroso (o incluso varios) aunque haya sido muy duro para ti, puede llegar a ser muy fructífero a nivel interno.
Decir adiós y cerrar ciclos, nos da un crecimiento personal que nos fortalecerá y que además repercutirá en todas las facetas de nuestra vida. Aunque ahora no lo veamos, la frustración y el dolor, nos da las herramientas necesarias para afrontar con mayor facilidad cualquier otra adversidad.
¿Un año en el que no pasó nada?
Otras de las cosas que deberíamos valorar son todos aquellos acontecimientos, aparentemente sin mayor trascendencia pero que este año los afrontamos de una forma mucho más asertiva. A menudo a estos pequeños avances no les damos importancia, pero no hay que olvidar que:
Si un barco cambia en un solo grado su ruta, el destino que tendrá es totalmente distinto
Mingle People
Quizá antes te enfadabas por cualquier cosa y, sin embargo, ahora ya no saltas con tanta facilidad. O bien, has aprendido a organizar mejor tu tiempo y a poner límites, has aprendido a usar mejor la tecnología o ahora haces ejercicio en casa. Todos estos pequeños cambios que no valoramos, son mucho más importantes de lo que creemos y son precisamente la suma de estos cambios casi imperceptibles que redundarán en nuestros años venideros y que hará más fácil la consecución de nuestras metas.
No es necesario hacer cambios al estilo titular “este año me hago vegetariano” o “este año me pongo en forma”, etc. A veces la suma de pequeños cambios diarios nos lleva al mismo punto que deseamos, pero de una forma más relajada.
Así que deberíamos aprender a no ser tan duros con nosotros mismos y valorar todos esos pequeños avances que hicimos en nuestras vidas sin apenas darnos cuenta.
Un año lleno de “tierra trágame”
Las terribles meteduras de pata son otras de las cosas que nos hacen pensar que somos un desastre y que el año fue una porquería. Siento decirte que el papel de víctima en este caso no va a ayudar en nada. Absolutamente todo ser humano tiene en su haber sus momentos “tierra trágame” y sus momentos “lo estropeé todo”. Es precisamente gracias a esos momentos que decidimos dar pasos definitivos a la acción.
Tenemos un cliente que, tras un whatsapp muy fuera de lugar, se dio cuenta que era un desastre enviando whatsapp y todo lo que decía daba lugar a mala interpretación: en el trabajo lo tacharon de agresivo y, la chica de la que estaba profundamente enamorado, de “salido”.
Su perfil, más bien retraído y tímido, hacía que se esforzara en decir las cosas de forma (según él) “divertida”, pero la impresión que causaba a los demás es precisamente la contraria. Gracias a que la chica lo dejó y que en el trabajo le dijeron que si volvían a tener una queja de él lo despedirían, se ha puesto las pilas y ha decidido trabajarse a sí mismo, respetar su forma de ser evitando ser alguien que no es y desarrollar su inteligencia emocional.
Haber tenido estos dos grandes disgustos este año, ha hecho que se movilice y su iniciativa en ser una mejor versión de si mismo y desarrollar su área más asertiva y empática, le redundará en un futuro en absolutamente todo. Así que podríamos decir que, aunque no lo parezca a priori, 2020 también fue un buen año para él. Fue el año en el que decidió cambiar.
No hay que entrar en el positivismo tóxico, pero ver el vaso medio lleno siempre nos dará mayores resultados
Mingle People
Un año para la reflexión
Este año fue, sin duda, un año para la reflexión. El 31 de diciembre de 2019 seguramente la mayoría de nosotros hicimos muchos propósitos y en marzo muchos de ellos ya teníamos claro que no los íbamos a poder cumplir. En junio, incluso algunas de nuestras prioridades cambiaron. Hay gente que pasó de tener como propósito “ascender” a “quiero cambiar de empresa” o a que, al ser despedidos, ahora se conforman con un tener un trabajo para poder hacer frente a los pagos.
A nivel personal ha sido un año de grandes decisiones. Muchas parejas han dado el paso de irse a vivir juntas para poderse ver, otras, por el contrario, se han dado cuenta que no se soportaban y han optado por divorciarse, y unas cuantas han pasado a tener hijos o a mudarse (ahora tener una casa cómoda y acogedora ocupa un lugar más primordial que nunca).
Además de estas decisiones tan trascendentales, son muchas las personas que han hecho “limpieza” de amigos y familiares. Tener personas en nuestro entorno que, en momentos de pandemia, no han sido capaces de responder a los whatsapp o a llamadas, que no se han preocupado por nosotros a pesar de que hayamos estado por ellos, que no te dicen un simple “¿necesitas algo?”, “si estás mal puedes contar conmigo” cuando has pasado por un divorcio, despido, etc., nos ayuda a darnos cuenta de quienes deben formar parte de nuestra vida y quienes no aportan nada.
Hemos tenido muchos clientes que nos han pedido ayuda para romper asertivamente con algunos vínculos que solo están para los buenos momentos y que ahora que necesitan unas palabras de aliento y un apoyo, no han sido empáticos con su situación. Asimismo, la gente ha empezado a tomar conciencia de lo tóxico que es mantener relaciones con gente sumida en la negatividad.
Oír a personas de tu entorno quejándose de tener que trabajar desde casa, cuando a ti te acaban de despedir, no es precisamente lo que más nos conviene en estos momentos. Al igual que tampoco es nada recomendable escuchar a gente hablando continuamente de lo duro que es aguantar encerrados, el miedo que tienen al virus y la angustia con la que viven su día a día. Aunque no seamos conscientes, este tipo de gente va calando poco a poco con sus mensajes catastróficos y están tan centrados en sí mismos que no se dan cuenta que su falta de empatía está perjudicando al resto.
Si tu entorno no te hace sentir bien, es momento de que cambies de entorno
Mingle People
Si acabamos de sufrir un revés personal, lo que una persona necesita es ser escuchada y apoyada. No son necesarios comentarios del tipo “todos los hombres/mujeres son unos ,….”, “si te han echado es un momento difícil porque ahora no hay nada”, “nos espera una crisis de la que jamás saldremos”, “no salgas de casa porque cada día muere más gente” etc. Este tipo de personas, lo mejor es tenerlas bien lejos y sobre todo tener en cuenta que ellos hablan de lo que llevan ellos dentro. Así que no dejes que su basura interna repercuta en ti.
Y por cierto, si has conseguido alejarte de este tipo de gente, o al menos has conseguido poner límites a su negatividad. ¡Felicidades! ¡Has conseguido un gran logro!! Quizá no estuviera en tu listado de 2019 pero te aseguramos que, gracias a esta decisión, los propósitos de este 2021 serán más fáciles de conseguir.
Evaluación del año
Teniendo en cuenta los puntos arriba mencionados, ahora es momento de que te tomes unos días de reflexión y evalúes objetivamente tu año.
- ¿Qué aprendiste?
- ¿Qué decisiones tomaste?
- ¿Qué sacarías de positivo en este año?
- ¿Qué aspectos crees que deberías mejorar?
- ¿Qué ciclos cerraste?
- …
Cerrar el año con la mayor objetividad posible, te ayudará a ver dónde estás, valorar tus logros y prepararte para establecer unos objetivos de cara al año que viene, mucho más adaptados a tu situación actual.
Establecer estos objetivos anuales y tener éxito en conseguirlos no es tan fácil como parece, pero está comprobado que cuando cerramos el año con conclusiones finales, el establecimiento de las nuevas metas suele ser más realista.
En el próximo artículo te daremos algunos consejos para que el año que viene finalmente consigas los objetivos que te propongas y no te rindas por el camino 😉.
FELIZ AÑO NUEVO 2021!!!!!
1 comentario en «Propósitos de año nuevo»