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Por qué siempre te acabas fijando en las personas con pareja

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“Todos los hombres (o mujeres) que valen la pena tienen pareja” esta es una frase muy común que hemos escuchado todxs alguna vez.  Parece que siempre queremos lo que no tenemos y que aquella persona que nos llama la atención siempre resulta tener pareja.

Aun así, en muchas ocasiones nos esforzamos por conquistarla, aun sabiendo que es muy probable que no nos haga caso. Todo sea por amor. Pero…

¿Por qué hay personas que solo se enamoran de quienes están en pareja aun sabiendo que jamás tendrán nada (o al menos nada serio)?

Generalmente este tipo de patrones son propios de personas muy inseguras. Por eso valoran más a aquellos perfiles que ya están “cogidos”, ya que a nivel de subconsciente como ya han sido escogidos por alguien más, sienten una especie de tranquilidad al sentir que esa persona ya fue valorada previamente. En cierto modo, podríamos decir que sienten la falsa seguridad de que no se van a equivocar a la hora de escoger. Lo paradójico es que si esa misma persona estuviera soltera no tendrían ningún interés, porque la mente auto boicoteadora de quienes tienen este patrón le diría: “si está solterx será por algo”.  Así que nos encontramos con una personalidad que a quien está solterx no lo valorx y que se enamora de quien no la valora. En definitiva, un autoboicot en toda regla para no tener pareja y que generalmente se disfraza con frases llenas de romanticismo tipo: “es un amor imposible” o “lo nuestro no pudo ser”, etc.

Una persona con una autoestima sana jamás perderá su tiempo en quien lo rechaza o en quien ve que está ocupado. Cuando alguien tiene amor propio, le gusta una pareja que le corresponda y con la que formar un equipo, no un cuento que no lleva a nada.

El problema de este tipo de quienes tienen estos patrones es que si la persona comprometida se aventura a dejar a su pareja (o propone hacerlo), el pensamiento boicoteador se les llenará de frases como: “si la ha dejado a él o ella por mí, a mí me puede hacer lo mismo”, y optarán por dejar la relación por falta de confianza (bastante paradójico teniendo en cuenta lo que lucharon por esa relación). Pero de esta manera, siempre tendrán la excusa perfecta para evitar tener una pareja de verdad.

El miedo a sufrir y el hecho de no sentirse merecedores, hará que prefieran vivir una vida llena de amores imposibles y relaciones tóxicas que afrontar las relaciones de pareja con la madurez necesaria que requiere trazar límites y no aceptar algo que no sea emocionalmente sano.

En muchas ocasiones las personas que se enamoran de imposibles o de personas casadas suelen haber sufrido abandono físico o emocional por al menos uno de los progenitores, de manera que en su edad adulta de forma subconsciente buscan a alguien que vaya a abandonarlxs, rechazarlxs o les dé una relación tóxica llena de problemas. Es por ello por lo que, en muchas terapias, se opta por trabajar la herida de infancia antes de comenzar con una relación nueva. De esta forma la persona toma conciencia de que fijarse en quien te “rechaza” es una forma de “auto-rechazo”.

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Quienes tienen baja autoestima, suelen darlo todo por la pareja (olvidándose incluso de ellos mismxs). Tratan de convencer a la otra persona de que la pareja ideal y de este modo sienten que no la abandonarán. Sin embargo, no se dan cuenta que lo que están haciendo es abandonarse a si mismas en el camino, además de escoger a quien jamás las escogió a ellas. Es como si sintieran que en el fondo han de sanar la herida de abandono, sobre compensando con mil atenciones a quien nunca las quiso y de este modo podrían sanar el ciclo. Lo paradójico del asunto, es que cuando conocen a alguien emocionalmente sano y estable pierden el interés tildándolo de “es aburridx” o “le falta algo” como sinónimo de no me hace sentir insegurx. Esto es porque en el fondo no se sienten merecedoras de amor y viven el amor como una lucha eterna para conseguir su lugar (el lugar que no le dieron en casa).

“Escoger a quien nos rechaza o a quien ya tiene pareja, es un modo de auto rechazo”

Mingle People

Aunque lo más habitual es lo que se ha expuesto arriba, también existen personalidades que se fijan en quienes tienen pareja porque ven ese tipo de conquistas como un reto. Es un sentimiento de competitividad por sentirse superiores a alguien. Creen que “quitándole” a pareja a alguien se demuestran a si mismxs que están por encima, pero generalmente cuando consiguen a su presa, perderán el interés. Este tipo de personas, además de ser muy tóxicas, también adolecen de una baja autoestima muy acuciada. Solo pueden sentirse bien consigo mismas cuando sienten que arrebatan algo de valor a alguien.

En definitiva, las razones principales por las que alguien se fija generalmente en personas con pareja son:

1. Baja autoestima:  Personas que han sido abandonadas, y/o maltratadas física o psicológicamente en la infancia y se les ha hecho entender que no son merecedoras de tener a alguien bueno porque a ellas les hicieron sentir que no eran suficientes.

2. Complejo de inferioridad: Tener la sensación de que le estás quitando algo a alguien, hace que algunas personas se sientan bien. Son personalidades muy tóxicas y con serios problemas de amor propio. Aunque presuman de sus hazañas de conquista, la realidad es muy distinta.

3. Abandono del padre:  El abandono del padre puede darse de muchas maneras:  abandono del hogar, fallecimiento, exceso de trabajo, adicciones, infidelidades que son muy evidentes para los hijos, un divorcio donde no haya contacto con el padre, un padre ausente a nivel emocional, u otras muchas opciones. Al sentirse el/la niñx abandonadx, tendrá serias dificultades para consolidar relaciones de pareja sanas y basadas en la confianza, así que normalmente desarrollarán o bien un odio extremo hacia el sexo contrario o bien se meterán en relaciones destinadas al fracaso.

¿Qué hay que hacer para salir de este patrón?

Lo primero de todo es dejar de creer que lo que vimos o nos dijeron en casa es lo “correcto” y empezar a darnos cuenta de que somos merecedorxs de una relación de pareja satisfactoria. Para ello habrá que incrementar nuestro amor propio, ser capaz de poner límites y no aceptar menos de lo que sabemos en el fondo que nos merecemos.

Tendrás que superar tus miedos, tus heridas pasadas, tus creencias limitantes, y dar un paso adelante para saberte una persona merecedora de todo lo bueno.

Generalmente esto lleva su tiempo. Sobre todo, porque a menudo nos cuesta reconocer nuestras actitudes poco sanas y tendemos a definir nuestra situación de “es que lo mío es muy diferente”, “yo solo he tenido mala suerte en el amor”.

Es hora de que te responsabilices de tu “mala suerte” y de que te des cuenta de que tú tienes también tu parte de responsabilidad. A partir de este momento, se trata de hacer un camino de desarrollo interior que, aunque no sea del todo agradable, te llevará a tener relaciones sanas en todos los ámbitos de tu vida (incluso el laboral).

Así que, si conoces a alguien así, envíale este tipo de artículos. Quizá le estés haciendo un gran favor abriéndole los ojos y dándole la oportunidad a que tenga una vida satisfactoria.

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