La sinceridad dentro de la pareja es muy importante. De hecho, es vital para el buen funcionamiento de la relación. Sin embargo, hay que distinguir sinceridad de sincericidio y saber cuáles son los límites de la sinceridad. Hay cuestiones que, aunque creamos que son buenas compartir con nuestra pareja, paradójicamente pueden crear más desconfianza.

Así que, aunque la transparencia y la comunicación debe ser la base de toda relación, no olvides poner algunos filtros cuando tengas ganas de abrirte totalmente.

Recuerda: no caigas en el error de preguntar lo que en el fondo no deseas saber, ni de explicar lo que nadie te ha preguntado.
Aplica el sentido común.

Mingle People

A continuación, exponemos las 12 cosas que son mejor callar.

Los secretos de tus amigos

Lo que te cuentan tus amigos pertenece a la intimidad de tus amigos. No es ético que alguien te confíe su vida y tú sientas que todo eso lo debes compartir con tu pareja. Estás traicionando la confianza de tu amigo.

Tus dudas acerca de vuestra relación

Si tienes dudas acerca de tu relación no hace falta que lo vayas comunicando continuamente. Date un tiempo para pensar con claridad o para compartir con un profesional, qué es lo que hace que tu pareja no te acabe de llenar. A partir de ahí, habla con tu pareja de una forma clara y concisa.
Si cada vez que tienes dudas las expones de forma desordenada, acabarás alejando a tu pareja. Nadie quiere vivir en la cuerda floja.

Los conflictos con tus amigas

Salvo que se trate de un conflicto serio, a tu pareja no le interesa en absoluto si tu amiga Carmen se discutió con Astrid porque llegó tarde y ahora no se hablan. Si ya eres adulto, difícilmente le va a interesar este tipo de cuestiones y es bastante probable que acabe viéndote como una persona algo cargante e inmadura.

Las personas con las que te has acostado

Éste es un tema muy polémico y es una de esas preguntas que todos hacemos y cuya respuesta en el fondo no queremos conocer. Es probable que en un principio te dé igual que tu chic@ haya tenido 100 parejas sexuales, pero pasado un tiempo es bastante probable que el tema acabe saliendo. Así que mejor evitemos conflictos futuros.

Las personas que encuentras atractivas

Decir que te gusta Paul Newman, Brad Pitt, Angelina Jolie o cualquier famoso al que no tienes acceso es incluso divertido. Decir que te gusta tu compañer@ de trabajo, el vecino del 5º o que encuentras muy atractivo a su mejor amigo, ya no tiene tanta gracia. No es bueno ser celoso, pero tampoco es necesario generar celos absurdos.

Juzgar su forma de ser/actuar

A nadie le gusta que lo juzguen. Hay que distinguir la opinión asertiva, del juicio. Si consideras que tu pareja es un incompetente a nivel laboral, no es necesario que se lo digas. Es mucho mejor que le hagas aportes más sutiles que le puedan ayudar a desarrollar su tarea laboral de forma más eficiente.

Opinar sobre su familia y/o amigos

En este punto hay que tener mucho cuidado. Obviamente, si su entorno no te respeta, deberás hablarlo con tu pareja, pero opinar que su madre es una hortera o que su amigo Pepe es un mal amigo, no aporta nada y probablemente llevará a que te oculte cosas de esas personas y que se acabe alejando emocionalmente de ti.

Una infidelidad

Éste es un tema muy controvertido y del que hablaremos más adelante en otro artículo, pero si en el pasado fuiste infiel a aquel novio de tu adolescencia que te hizo la vida imposible, no lo cuentes. Para ti no tiene importancia, pero es muy probable que en tu pareja siembres desconfianza y acabe afectando a vuestra relación.

Tus hazañas sexuales

A nadie le interesa saber si tuviste sexo salvaje con un/a chic@ que conociste en una discoteca de hace 1 año, si Pepe estaba muy bien dotado, si Juan ha sido el mejor amante de tu vida, si Ana besaba de muerte, o si después de haber tocado muchos pechos prefieres silicona o naturales… toda esta información es totalmente innecesaria. Sobre todo, al principio.

Tus fantasías sexuales

Éste es otro tema controvertido. Si tu novi@ es clásic@ no se te ocurra decir que te excitas pensando en un trío con él y su mejor amigo, porque te puede salir el tiro por la culata. Tampoco es necesario hablar de fantasías fuera de lo común. Mejor tantear el terreno antes, porque algo que para ti puede ser una opción, tu pareja puede considerarlo una aberración y acabe desconfiando de ti.
Salvo que para ti realizar esa fantasía sexual sea importante, mejor no divagues. Estás en terreno pantanoso.

Defectos físicos

Antes de hablar de lo que tú ves como un defecto físico de tu pareja, averigua si para ella es un problema. Puede que una mujer muy delgada se sienta atacada cuando le digas que parece que ha engordado algo y que, sin embargo, a una que esté gorda le dé igual. O que un hombre atractivo no pueda soportar que le hablen de sus entradas y otro piense que estar calvo es atractivo. Así que, no des por hecho nada. Sacar defectos físicos no suele ser una buena idea.
Obviamente, ni se te ocurra hablar mal de sus órganos sexuales (aunque no lo creas, hay quien lo hace!).

Hablar de tus exparejas

Es algo que sabemos todos y sin embargo, es algo que hace el 90% de la gente. No pongamos 3as y 4as personas en nuestra relación. ¿A tu ex le gustaba la misma música que a tu pareja actual? Perfecto, pero no es necesario que lo digas. Puedes nombrarla de forma puntual, pero si puedes evitar hablar tu ex, mucho mejor.

Éstas son solo 12 cosas que generalmente es mejor no hablar con tu pareja. Al menos al principio. Pasado un tiempo, cada pareja tiene un grado de comunicación más o menos amplio donde puede que haya muchos más temas vidriosos como podrían ser la religión, política, etc o por el contrario, pueden acabar hablando de absolutamente todo sin ningún problema.

Sea como sea, mantener un poquito el misterio también tiene su encanto 😉.