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Las 5 fases de una ruptura

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Tabla de contenido

En muchas ocasiones hemos oído hablar de que los duelos tienen sus fases. Hay gente que las resume en 4, otros en 5 y otros en 9 o incluso más, todo depende del enfoque que demos, pero lo que está claro es que hay fases, y que llevan un tiempo.  Aquí vamos a darte nuestro punto de vista.

Una ruptura dolorosa te hará pasar por varias fases, pero lo más importante de todo es no presionarte para superar todas ellas. No podemos racionalizar algo que es del corazón. Habrá relaciones muy largas que a penas las superes en un par de meses y otras muy cortas que tardes mucho más. No es tanto la duración de la relación como el impacto que te provocó esa ruptura.

Para empezar, hay que tener en cuenta que cada ruptura es un mundo y no podemos compararnos ni con los demás ni con otras rupturas que tuvimos antaño.

Por otro lado, una ruptura en muchas ocasiones es un shock. Aún más si lo dimos todo, si no lo vimos venir o si pusimos muchas expectativas. Estas son 3 de las circunstancias que más hacen durar un duelo. Otro punto que debes tener en cuenta es que las fases no son lineales. El hecho de que tu consideres que ya estás en la fase 3 no significa que no puedas volver eventualmente a la fase uno o a la fase dos. Eso no significa que hayas ido hacia atrás, simplemente es que las cosas del corazón no son nunca lineales.

Fase 1 – Negación

No te lo puedes creer, parece un mal sueño y crees que esa persona recapacitará. Piensas que quizás solo fue un cabreo momentáneo, una salida de tono, y que en un tiempo todo volverá a su cauce. En realidad, este pensamiento es un mecanismo de defensa muy habitual cuya duración dependerá de cómo ha sido la ruptura.

Si la ruptura ha sido brusca, tras una de tantas peleas donde siempre hubo reconciliación, se estaba conviviendo y se ha tardado en salir del hogar, no se entienden los motivos de la ruptura o incluso hay una tercera persona que consideramos que solo es un pasatiempo, es posible que la fase de negación dure más. También se suele alargar el duelo cuando uno de los dos propone dar un tiempo indefinido a la pareja, ya que en muchas ocasiones la persona dejada se queda en modo espera y no avanza.

A menudo, el mismo shock hace que la persona dejada a veces entre en modo anestesia emocional y hable de su ruptura como si hablase de un acontecimiento más de la vida. O incluso, habrá personas que parezcan mostrar alivio (algo muy típico en relaciones toxicas con idas y venidas) porque se cansó de luchar por una relación que no funcionaba.

Desde fuera puede parecer raro que esa persona que estaba tan enamorada haya encajado perfectamente la ruptura, pero la realidad es que solo forma parte de la parálisis por el impacto inicial. En ocasiones incluso esa persona se dedica a salir mucho más, a tener sexo con mil personas y/o a lanzarse a una nueva relación. Todo esto alargará el duelo y llegará un día en el que saldrá de alguna forma ese dolor no transitado.

Fase 2 – Ira

Empiezas a darte cuenta de que la ruptura ha ido en serio y empiezas a sentir ira, a recordar vuestros momentos buenos y malos, a evaluar lo que hiciste por él o ella, lo que te dijo y lo que no, a cabrearte por sentirte estafadx cuando dijo que te amaba… es una fase muy dura donde pasamos de la frustración a la culpabilización del otrx por “habernos engañado”.

En ocasiones la ira se convierte en rabia y en rencor. Este es el momento de los ¿por qué? Y de sacar conclusiones precipitadas de todo. Puede incluso que se crea que has sido dejado por culpa de una tercera persona, de malas compañías, de un familiar tóxico… o de quien sea. Es una etapa en la que se buscan sobre todo explicaciones y responsables y donde se desarrollan ansias de venganza o una profunda tristeza (según la personalidad).

Interiormente se toma la ruptura como un ataque personal y se empieza a pensar en todo el amor y el tiempo invertido en alguien que no valió la pena. Es una etapa muy desgastante a nivel emocional. Hay mucha gente que se queda atrapada en esta etapa y no pueden avanzar con sus vidas. Personas que aun teniendo nuevas parejas solo piensan en porqué no funcionó con su ex y que empiezan relaciones con una coraza muy grande porque en el fondo aun no superaron esta fase.

En esta fase es importante aprender a perdonar, aunque nos cueste. Perdonar no es fácil, a veces puede llegar a ser muy complicado porque hay cosas que puedes sentir que son imperdonables. El tema es que si no dejas ir todo este resentimiento difícilmente podrás conocer a alguien nuevo y a quien conozcas no te durará o no te satisfará porque en realidad tu aun estás viviendo en tu relación anterior.

El asunto se complica cuando hay bienes o hijos de por medio. Entrar en negociación con quien te hizo daño a menudo puede ser muy duro y cada uno responde como puede. No es momento de juzgar a nadie. La gestión emocional es muy complicada y si fuiste tú quien dejó a tu ex, déjale su tiempo y entiende su dolor con asertividad.

Si dedicaste tu vida a que tu pareja tuviera éxito profesional, te ocupaste de los hijos casi al 100%, hiciste todo para tener una familia feliz y esa persona “te lo paga” (expresión muy habitual) siéndote infiel o dejándote sin motivo alguno, la sensación de haber sido abusadx y/o utilizadx hará que saques lo peor de ti en estos momentos.

Fase 3 – Negociación

Pasado un tiempo es muy probable que te empieces a dar cuenta en que tú también tuviste algo que ver en que esa relación terminase, así que optas por hablar con tu ex. Intentas buscar una vía de comunicación e intentas hacer los posible para recuperar la relación.

El tiempo ha hecho que recuerdes solo los buenos momentos y has pasado de culparlo a él o ella de todo a culparte a ti.

Puedes pasar por momentos de tristeza y nostalgia. Empiezas a echar de menos los buenos tiempos que pasaste con esa persona y ya no sabes si quieres volver o no, pero sabes que te apetece volver a vivir una vida de pareja, de tener a alguien y en ocasiones fantaseas con que ese alguien sea él o ella.

Se empieza a cambiar la rutina de salir y evadir el dolor por otra mucho más sosegada donde hay más preferencia por actividades como leer, escuchar música, cocinar, etc. En cierto modo se busca la soledad y el recogimiento. Es momento de pensar, evaluar y de dejarse sentir todo aquello que vivimos.

También es cierto, que en general predomina la búsqueda de soledad. Puede que quedes con amigos, pero será menos que antes, y lo más probable es que se busquen excusas para quedarse en casa incluso los fines de semana. Hay que tener en cuenta que la nostalgia es una emoción de la familia de la tristeza, y que al igual que ésta, reclama aislamiento e introspección.

La etapa de la ira suele tener bastante descontrol a todos los niveles y las emociones suelen ser muy intensas. En esta etapa, se irán apaciguando. Sin embargo, será en esos momentos de nostalgia donde te plantearás volver con él o ella y, en muchas ocasiones, se busca recuperar la relación o sustituirla por alguien muy similar al ex.

Si haces el duelo correctamente, en esta etapa te darás cuenta de tus patrones en las relaciones, evaluarás cuál fue tu papel y te propondrás hacer cambios.

Fase 4 – Depresión, tristeza

Lo mas probable es que tu ex no quiera volver contigo y/o que la relación que empezaste rápidamente con alguien similar no te llene o simplemente te haya dejado porque no te viera implicadx. Ahora es cuando llega un profundo dolor en el pecho que casi no te deja respirar. Tienes la sensación de que no vas a superar nunca esta ruptura. Sientes como si te hubieran arrancado algo.

Un duelo tras una ruptura de pareja en la que tu estabas muy enamoradx, había muchos proyectos juntos y lo diste todo, es muy similar a una muerte, porque en realidad es así, es una muerte de algo que estaba a un nivel muy profundo dentro de ti.  De hecho, la palabra duelo viene de “dolor” y todo dolor requiere ser atendido y sanado con amor y paciencia.

Esta fase suele confluir con otras, y puede ir apareciendo y desapareciendo eventualmente hasta que se supera del todo.

Es inevitable que cuando alguien hable de tu ex, aunque solo sea para decir que se lo encontró solo en un bar, el corazón te dé un vuelco.

Date tiempo.

Fase 5 – Aceptación

Pasado un tiempo empiezas a ver todo más claro. Vas aceptando que todo terminó y empiezas a salir, a reconstruirte a ti mismx y a tener de nuevo ilusión en la vida. Al inicio de esta fase aun no estamos preparados para tener una nueva relación hasta pasados unos meses. Sin embargo, hay personas que creyendo que están bien acaban teniendo relaciones de rebote.

En la mayoría de las fases se puede recurrir a una relación rebote, pero en esta es mucho más habitual, aunque también es donde una relación que en un principio era de rebote tiene más probabilidades de convertirse en una relación estable.

Lo importante es que aquí la persona ha tomado la determinación de estar bien, porque ya se cansaron de pasarlo mal y de llorar y sienten que quieren seguir con su vida, que merecen ser felices. Comienzan a retomar los contactos sociales de una forma lógica, establecen nuevas rutinas e incluso toman algunas decisiones como podría ser desde cuidarse más hasta cambiar de trabajo o incluso mudarse a otra población.

Aquí ya no se tiene ni la necesidad de aislarse ni la de ligar a toda costa. Los planes son más selectivos y si no has tomado todavía decisiones drásticas lo que es seguro es que harás pequeños cambios: cambiar tu peinado, cambios en la decoración de la casa, etc.

En esta etapa la persona puede seguir pensando en su pareja, pero de forma muy ocasional y los momentos de tristeza se irán diluyendo en el tiempo.  Es una etapa de reconstrucción y redescubrimiento de tu nuevo yo.  De hecho, es precisamente aquí donde mucha gente descubre aspectos de sí mismos que tenían olvidados por haberlo dado todo por la pareja y empiezan a agradecer lo vivido porque ahora se conocen más, saben lo que quieren y ven claramente que su relación anterior les ayudó a crecer.

Tener en cuenta que:

Los duelos requieren su tiempo, así que no podemos tratar de ir quemando etapas lo antes posible porque ello no hará más que atrasar tu recuperación. También hay que tener en cuenta que, aunque aquí hablemos del duelo por una relación de pareja, también hay duelos por aquella ilusión que parece que iba a ser y no fue. De hecho, a veces los duelos por una persona con la que estuviste a punto de ser pareja, pero algo lo impidió suelen ser más duros de gestionar porque ahí entra la fantasía de lo maravillosa que era esa persona a la que, por otro lado, a penas conociste.

Es por ello por lo que nosotros recomendamos pasar los duelos en intimidad. No todo el mundo va a entender nuestro dolor, ni nuestras fases, ni nuestro proceso. Si consideras que tu duelo está durando más de lo normal o sientes que necesitas apoyo, no dudes en pedirlo tanto a nivel personal como profesional. Pedir ayuda en estos momentos es un acto de amor hacia ti mismx. Y ahora, vas a necesitar mucho amor de los tuyos y propio.

Consejo:

Si acabas de romper con tu pareja, lo más importante es que dejes muy claro a tus amigos que no quieres saber absolutamente nada de él o ella. Da igual si solo te dicen que se lo encontraron. Es necesario que tus amigos respeten tu deseo de no ser informadx y que, si no lo hacen, seas capaz de alejarte de ellxs, para poder sanar debidamente.

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